La historia de Ford ilustra a uno de los más
grandes capitalistas de la historia, Henry Ford, pues dio a su empresa el propósito
de dar a la gente la libertad de transformación a través de la ubicuidad del
automóvil, por medio de un empleo significativo a un gran número de personas
con salarios que permitieran mejores condiciones de vida.
¿Cuántas personas y empresas de este siglo estarían
luchando con tasas de interés de tarjetas de crédito paralizantes y deuda,
diseñados para hundirlos?
Ahora nos preguntamos ¿cuál debería ser entonces el propósito de la
empresa y cuáles son los resultados que realmente queremos ver de ella? No
siempre tiene que ser una idea nueva, a veces las más antiguas son las mejores.
Gracias Henry Ford:
Hermanos Dodge vs Henry
Ford
Los hermanos Dodge presentaron una demanda en
contra de la Ford Motor Company y Henry Ford, pidiendo que éste distribuya como
dividendos el 75% de los excedentes de caja de la empresa.
Ford dijo en una entrevista publicada en el diario
Detroit News que sus únicos objetivos en la vida eran: "Permitir que un
gran número de personas puedan comprar y disfrutar del uso de un coche" y
dar "un mayor número de empleos a los hombres con buenos salarios".
Ford continuó diciendo:
“Así ha sido mi política para forzar el precio del
coche hacia abajo lo más rápido que la producción lo permita, y dar beneficios
a los usuarios y trabajadores".
Tales declaraciones, probablemente nunca antes
expresada en los negocios, se ganaron al público estadounidense.
En el banquillo de los acusados, Ford presentó su
visión idealista y rentable. En 1959, el Padre RL Bruckberger, un
sacerdote francés, se refirió a las declaraciones de Ford en los tribunales: "En
todas las universidades del mundo, a todos los jóvenes que buscan un poco de
conocimiento de la economía política, deberían estar obligados a aprender este
diálogo notable de memoria. Es tan importante en la economía como en la
Declaración de la Independencia es en la política".
Bruckberger concluyó que el caso en sí "debe
ser como se celebra en la economía política como el juicio de Sócrates en la
filosofía o la de Galileo en astronomía", y que los historiadores
"bien puede decidir que era el más extraordinario juicio del siglo".
El diálogo notable:
"Ahora", dijo
Elliott G. Stevenson, abogado de los Dodge "le voy a preguntar otra vez,
¿todavía crees que esos beneficios horribles eran "las ganancias?"
"Bueno, supongo que
sí, sí", respondió Ford.
"Y por eso ¿no
estaban satisfechos de seguir haciendo estos beneficios horribles?"
Preguntó el abogado.
"Nos parece que no
será capaz de mantener los beneficios hacia abajo", se disculpó Ford.
"... ¿Estás
tratando de mantenerlos abajo? ¿Cuál es la organización de Ford Motor
Company, ¿quieres decirme, señor Ford?"
"Organizado para
hacer todo el bien que podamos, en todas partes, para todos los implicados."
Sin embargo, en su
necesidad de demostrar que la responsabilidad principal de una empresa de
negocios es a sus accionistas, volvió al ataque. "¿Cuál es el
propósito de la compañía Ford?"
"Hacer lo más
posible para todos los involucrados", respondió Ford, "para hacer
dinero y utilizarlo, dar empleo, y enviar el coche donde la gente lo puede usar...
y de paso ganar dinero.... el negocio es un servicio no un mina."
"¿Dicho sea de paso
ganar dinero?" Preguntó el abogado.
"Sí, señor".
"Sin embargo, su
función de control ... es el empleo de un gran ejército de hombres en los altos
salarios, reducir el precio de venta de su coche, por lo que mucha gente puede
comprar a un precio más barato, y dar a todos un coche que quiere uno. "
"Si les das todo
eso", respondió Ford, "el dinero va a caer en sus manos, no se
puede salir de ahi."
[Fragmento de "La imagen pública de Henry
Ford", David Lewis]
Fuente: Derek Handley.org
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