Como cada año, la revista Fortune clasifica
globalmente a las 500 empresas más importantes en términos de ventas,
correspondientes al año fiscal 2012.
En el sector automotriz y hacemos un comparativo de
los tres principales competidores: Toyota, Volkswagen y General Motors
(cuya producción de unidades es muy similar), encontramos que tanto en unidades
producidas como en ventas totales, Toyota es el líder.
En cuanto a utilidades existen grandes diferencias. Por ejemplo, las
alcanzadas por el grupo VW de 27,900 millones de dólares sorprenden en relación
con las de Toyota (11,587 mdd) y GM (6,188 mdd), a pesar de que cuentan
con la plantilla laboral más numerosa y con los activos totales más altos del
sector.
¿Cómo operan?
En épocas de crisis en las que existen fuertes fluctuaciones en la
demanda, la política de personal de VW busca mantener su plantilla laboral y en
todo caso se reduce el número de horas trabajadas por semana, por operario. De
esta manera mantiene y privilegia el activo más importante con el que cuenta la
empresa: su personal. VW es una empresa más integrada que GM y Toyota.
Asimismo su apuesta por los mercados emergentes (China, Brasil y México)
les ha permitido asegurar un crecimiento por encima de sus competidores,
blindándola ante futuras crisis macroeconómicas. Desde el punto de vista
operativo y estratégico la situación actual de VW es privilegiada, resultado de
una de una visión capaz de imaginar el futuro, una gestión eficiente y una
política centrada en las personas que lo pone en línea con las metas que se ha
fijado a largo plazo que lo posicionan como líder del sector.
Estrategia vs reducción de personal
La reducción de personal se contrapone con la estrategia ya que al
liquidar personal estamos prescindiendo de la experiencia y habilidades
desarrolladas en la empresa.
Los empresarios
deben entender que la generación de fuentes de trabajo es el fundamento para
coexistir en sociedad, generar valor e incrementar el consumo. Cuando una
empresa no es capaz de extraer talento de su gente, ha dejado de innovar. A
largo plazo la reducción de personal, siempre será una medida de alto costo. El
siglo XXI será de los empresarios con una visión integral de la empresa,
capaces de imaginar un futuro en el que no solamente se genere un alto valor
económico, sino además un alto valor humano. Ante un entorno cada vez más
complejo, nuestra única y verdadera riqueza será siempre el capital humano.
Fuente: IPADE
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