La nueva ley de reforma fiscal está casi lista para su aprobación total,
sin embargo, mantiene que la ley del ISR permita a las personas morales y
físicas con actividades empresariales y profesionales deducir el importe del
arrendamiento de automóviles.
Sin embargo, propone reducir en
20% en el monto de la renta de automóviles, lo cual afectaría en las
ganancias de los arrendatarios.
Víctor M. González Olivares, presidente nacional del IMEF, explicó que
con la reforma, las inversiones y el empleo en la industria automotriz
se verían afectados ante la propuesta de eliminar el beneficio fiscal a las
importaciones temporales y cobrar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) tanto a
materia prima como al activo fijo, lo cual automáticamente causaría un
incremento al costo del capital de trabajo requerido, y aumentará el costo de
manufactura en México.
México sería un país menos atractivo para invertir.
Fuente: El
Universal
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